Grieta de San Ladislao

Las raíces más profundas del lugar provienen de las leyendas relacionadas con San Ladislao, que han moldeado el patrimonio espiritual del paisaje durante siglos. Se han conservado tres leyendas diferentes:

• Según una de ellas, en 1091–92, cuando el rey San Ladislao luchaba contra los ejércitos cumanos que invadían desde Moldavia, quedó atrapado con sus tropas en el valle del actual Szentkút, rodeado por el enemigo y atormentado por la sed. El rey partió solo a explorar, y con su caballo Szög saltó sobre un abismo. Al aterrizar, del rastro de la herradura brotó agua, y luego golpeó la roca con su hacha de guerra, haciendo que surgiera otro manantial.

• Otra versión cuenta que los cumanos acorralaron al rey en un estrecho valle, bloqueándole el paso con un gran abismo. Sin embargo, con su fiel caballo, saltó sobre el profundo barranco, y donde las herraduras tocaron el suelo, comenzó a brotar agua cristalina.

• La tercera leyenda comienza desde más lejos: según esta, San Ladislao saltó desde la lejana cima de Ágasvár hasta el valle de Szentkút para escapar de sus perseguidores.

Sea como sea, lo cierto es que el agua del manantial sigue fluyendo, y no solo da vida a una leyenda, sino también a la vida misma.

El valle del arroyo Szentkút es geológicamente único. Esta parte del Geoparque Novohrad–Nógrád fue moldeada por actividad volcánica: capas de andesita, arenisca y piedra caliza se alternan, dentro de las cuales en varios lugares manantiales estratificados emergen. En las empinadas laderas de las montañas, el agua fluye rápidamente, por lo que los manantiales son dispersos, haciendo especialmente valiosas las aguas que brotan aquí, en varios lugares a temperaturas templadas, signos de actividad volcánica residual.

En el valle, el agua ha esculpido un lecho similar a un cañón, con afloramientos rocosos y formas de erosión. Esto no solo es un espectáculo fascinante para geólogos y amantes de la naturaleza, sino también un excelente lugar para senderos educativos, donde se puede estudiar el diálogo eterno entre el agua y las rocas.

Hoy en día, Mátraverebély-Szentkút es un destacado lugar de peregrinación, que recibe anualmente a decenas de miles de visitantes. Las iniciativas de desarrollo sostenible del santuario, como recolectores de agua de lluvia, renovaciones con materiales naturales y locales de restauración que utilizan ingredientes de productores locales, son excelentes ejemplos de la combinación entre turismo religioso y sostenible.

Los visitantes tienen la oportunidad de participar en peregrinaciones a pie, excursiones ecoturísticas y programas basados en valores. Las rutas temáticas asociadas al lugar, como la excursión que comienza en Ágasvár, cuentan la historia compartida de la naturaleza y la fe.