Calvario Székely y Capilla Ugron

A lo largo del camino que conduce a la capilla, se encuentra un Vía Crucis (calvario) único compuesto por 14 estaciones, creado por el escultor Walter Zavaczki. Las estaciones son estelas de dos metros talladas en bloques de roca en bruto, que representan eventos clave de la historia del pueblo székely, desde la invasión tártara hasta tiempos más recientes. Cada columna incluye una inscripción en escritura rúnica y una fecha, permitiendo a los visitantes recorrer no solo un camino de fe, sino también uno de identidad histórica.

La experiencia del Calvario Székely no solo es visual e intelectual, sino también natural. El sendero turístico es un camino tranquilo y sombreado que atraviesa un bosque, fácilmente accesible a pie, incluso para familias con niños pequeños. El lugar no requiere ninguna intervención infraestructural ni elementos artificiales, lo que minimiza su impacto ambiental. De esta manera, el Calvario Székely se convierte en un ejemplo de turismo sostenible: no solo preserva, sino que también concientiza, transmite valores y fomenta la comunidad.

El Calvario Székely y la Capilla Ugron no se encuentran entre los destinos turísticos más visitados, pero sí entre aquellos lugares que poseen un significado más profundo. La tranquilidad, la cercanía con la naturaleza, la sencillez y profundidad de las obras hacen que este lugar sea especialmente valioso para quienes buscan experiencias auténticas y reflexivas en el corazón de Székelyföld.