Dóka Éva Bodega

Dóka Éva conoce el mundo de las colinas vinícolas de Zala desde su infancia, ya que, gracias a su padre, tuvo un contacto temprano con la viticultura y la enología. Su pareja, Tarsoly Robi, se enamoró de esta experiencia en su primer encuentro con el vino joven. La pasión compartida de ambos –el amor por el vino y el paisaje de Zala– dio vida en 1998 a la Dóka Éva Bodega, que cultiva tres destacados viñedos en Zala: Csáford, Aranyod y Pogányvár.

El objetivo de la bodega es reflejar la diversidad de Zala en cada botella. Los vinos elaborados aquí son alegres, reflexivos, juguetones o incluso sabios, al igual que el propio paisaje. La Dóka Éva Bodega produce sus vinos a partir de uvas cuidadosamente cultivadas en sus propios viñedos, utilizando dos métodos de cultivo: pérgola semialta y espaldera. La producción, limitada a 8–10 yemas por cepa y 80–120 quintales por hectárea, garantiza una calidad constante año tras año. El procesamiento de las uvas es rápido y delicado, realizado a bajas temperaturas, lo que da lugar a vinos blancos ligeros, frescos y afrutados. Los vinos blancos más característicos, como el Furmint y el Kabar, se envejecen en barricas de madera. La mayoría de los vinos tintos también alcanzan su pleno sabor en barricas.

El centro de la Dóka Éva Bodega se encuentra en un edificio singular: los lugareños lo llaman "Szeszgyár" (destilería), ya que originalmente fue construido como una destilería de aguardiente a principios del siglo XX. Hoy, conservando su carácter de patrimonio industrial, alberga la bodega, donde la tecnología moderna y el respeto por la tradición coexisten en perfecta armonía. En el piso superior del edificio se encuentra la "Padláspince" (Bodega del Ático), un acogedor espacio para catas de vino con capacidad para 50–60 personas. Aquí, Éva y Róbert guían personalmente a los visitantes por el mundo de los vinos de Zala.
La finca en la colina vinícola de Csáford ofrece un ambiente completamente diferente. Desde la amplia terraza de la pequeña casa construida en la cima de la colina, se disfruta de una vista fantástica del valle de Zala, e incluso se pueden divisar la Estupa de la Paz de Zalaszántó y el castillo de Rezi. 
Como Éva también tiene un gran talento para la cocina, durante las catas de vino se ofrecen pan de masa madre casero, pogácsa (panecillos típicos húngaros) y salsas para untar.

Éva y Róbert no solo están comprometidos con los vinos y el paisaje de Zala, sino que también son apasionados del arte. Tanto es así que organizan regularmente exposiciones de obras de artistas locales en la destilería y son activos patrocinadores de la residencia artística Villa Negra.
Como auténticos nativos de Zala, ambos son también patriotas locales, y tienen muchas historias que compartir contigo durante una cata de vinos.

Nektár
Nektár no es solo un nombre llamativo, sino también una variedad de uva especial desarrollada en Zala, que seduce al degustador con su frescura, su juguetona frutosidad y su coqueta especia. Su carácter ligero y cautivador lo convierte en un vino de disfrute, lleno de alegría, risas y placer por la vida, que en cada sorbo transmite la serenidad de las colinas de Zala.
El secreto del vino radica en la tecnología: cosecha al amanecer, procesamiento rápido, decantación en frío y atención constante durante la fermentación. La baja temperatura conserva todos los aromas y fragancias, dando lugar al inconfundible aroma de Nektár, que llega a la botella fresco, vibrante y afrutado.

Hegyke – El emblema de la región vinícola de Zala
Hegyke es un auténtico vino comunitario: un blanco coupage vibrante, fresco y aromático, creado gracias a la colaboración de los vinicultores de Zala, con el objetivo de devolver a la región vinícola de Zala su lugar en el mapa vinícola de Hungría. Su base está formada por variedades autóctonas de la cuenca de los Cárpatos y especialidades de la viticultura de Zala, como Cserszegi Fűszeres, Pátria, Rozália o Nektár, que contribuyen al carácter del vino. La columna vertebral del coupage la forman variedades clásicas como Olaszrizling, Furmint, Hárslevelű o Királyleányka.
Cada botella de Hegyke encapsula la diversidad de las colinas de Zala y el conocimiento de los vinicultores locales. La tecnología cuidadosamente diseñada –selección de vinos excelentes por separado, pruebas, ensamblaje– garantiza que, donde sea que lo abras, siempre obtendrás la misma experiencia fresca, vibrante y sabrosa.
¿Y por qué Hegyke? ¡Descúbrelo durante una cata!