El mirador

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Desde el mirador, puedes ver la colina del castillo de Szegi a la izquierda. Según el folclore local, el castillo de las hadas en la colina fue una vez el hogar de hadas que solían pasar el tiempo jugando a la pelota. A veces, la pelota caía y las hadas lloraban. Se dice que el río Bodrog se formó a partir de sus lágrimas. Este hermoso río sigue fascinando a los visitantes hasta el día de hoy. En primavera, durante el periodo de inundaciones, el río aparece como una extensión continua de agua, de muchos kilómetros de largo, con solo el follaje de los árboles y las ramas de los arbustos visibles aquí y allá. Puedes tomar un bote hacia la llanura de inundación para observar aves y plantas especiales que son únicas de la zona. En verano, el río se calma, ofreciendo excelentes oportunidades para practicar kayak, piragüismo, paseos en bote y pesca. Aunque la pesca ya no es común, en el pasado había 20 familias de pescadores en Bodrogkeresztúr que salían al río Bodrog al amanecer, regresando a menudo tarde en la noche o a la mañana siguiente. Los demonios y fantasmas acuáticos aparecen con frecuencia en sus historias. En una de ellas, por ejemplo, un niño emergió del agua, jugando en la superficie, y cuando desapareció, un árbol gigante surgió repentinamente del medio del río, infundiendo miedo en los corazones de los pescadores. A la derecha, puedes admirar la colina Kopasz, el lugar de reunión de las brujas de la zona, según los relatos. Según una historia, la esposa de un herrero en Bodrogkeresztúr también era una bruja. Su esposo notó que a menudo desaparecía de casa por las noches, así que pidió a su sirviente que averiguara a dónde iba. Las brujas se reunían en la cruz de piedra después del anochecer para continuar la noche en el Monte Tokaji. La esposa del herrero arrojó un estribo sobre un barril, que inmediatamente se convirtió en un caballo, y así fue como subieron a la cima de la colina, Nagykopasz, mientras el sirviente se escondía en el barril. A medianoche, al final de la reunión de las brujas, regresaron a la cruz, donde el caballo volvió a ser un barril cuando se quitó el estribo, pero el sirviente saltó repentinamente del barril y lanzó el estribo a la bruja, convirtiéndola en un caballo. Llevó al caballo al taller del herrero y le pidió que lo herrara al día siguiente. Cuando la bruja volvió a ser mujer, tenía las herraduras en las manos y los pies, y así se descubrió lo que hacía por las noches. El mundo de cuentos de hadas de la región se puede explorar en más detalle en el Tesoro de Keresztúr, y el mundo acuático de la región de Bodrogzug se puede explorar en SUP y canoa.